La avena durante un tiempo ha estado desterrada de la dieta sin gluten ya que algunas variedades de avena contienen gluten y/o se mezclan con otros cereales en las fábricas dónde se procesan. Actualmente, existen variedades de avena, como la “avena pura”, que de forma natural no contiene gluten y se procesa separadamente de otros cereales por lo que podemos disfrutar de sus beneficios de una forma segura.
Estabiliza niveles de azúcar en la sangre: la avena contiene hidratos de carbono de absorción lenta lo que hace que la glucosa de la sangre no aumente tan bruscamente, de este modo estabiliza los niveles de azúcar en la sangre. Por la cual cosa es una buena noticia para los diabéticos como también para deportistas.
Protege al corazón y el cerebro: la avena posee gran cantidad de ácidos omega 3 y linoleicos que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y hacer que éste no pase al intestino. De este modo, se reducen los riesgos de enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, el infarto y la hipertensión.
Favorece la digestión: la avena contiene fibras insolubles como solubles que suaviza la mucosa gástrica y favorecen el tránsito intestinal evitando problemas como el estreñimiento, además de mantener en buen estado la flora intestinal. También posee efectos calmantes en casos de acidez, úlceras y otros trastornos.
Ayuda a adelgazar: Además, gracias a su riqueza en hidratos de carbono de absorción lenta hace que mantengamos la sensación de saciedad por más tiempo y evita el picar entre horas.
Es un diurético natural: ayuda a reducir la acumulación de líquidos en el cuerpo y su fibra actúan como regulador metabólico.
Anticancerígena: según algunos estudios realizados en Estados Unidos la avena contiene fitoquímicos que reducirían en un 10 % las posibilidades de padecer cáncer de mama o colón.
Cerebro y sistema nervioso: Gracias al magnesio y las vitaminas del grupo B, la avena favorece al sistema nervioso en caso de ansiedad, depresión, nerviosismo, insomnio, problemas de memoria, hiperactividad, etc.
Mitiga trastornos del sistema nervioso: el magnesio y las vitaminas del grupo B favorecen al sistema nervioso en casos de ansiedad, depresión, nerviosismo, insomnio, problemas de memoria e hiperactividad.
Previene problemas de tiroides: al contener yodo contribuye a un mejor funcionamiento de la glándula tiroides en caso de hipotiroidismo.
Previene osteoporosis: cuenta con buenos niveles de calcio que evitan desmineralización y favorecen una buena salud ósea.
Poder regenerador, piel y belleza: la fuente de proteínas de la avena permite formar nuevos tejidos en el cuerpo. Su poder calmante va más allá del uso por vía oral y de aquí que se utilice como crema calmante en casos de dermatitis, el acné y psoriasis. Incluso la avena mezclada con crema hidratante puede ser un maravilloso y económico exfoliante para el rostro.
Aumenta la libido, la fertilidad y facilita el desarrollo del feto y producción de leche durante la lactancia.
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